(El cantante lidero las bandas Sauron y Los Antiguos)

Es una de las noticias que no nos hubiera gustado contar nunca, o una de esas en el que el final hubiese sido completamente distinto, la luz al final del túnel o el sello victorioso de una lucha que hoy nos deja un hueco enorme en la música, no solo para el metal argentino, sino para el rock y gran parte de la cultura emergente, el Pato Larralde falleció esta tarde de domingo.

Nos habíamos enterado hace pocos días de que el cantante, sobrino del folclorista José Larralde, y quien lidero las bandas Sauron y Los Antiguos, había sido internado de urgencia, y eso era todo. Nos quedaba únicamente pedir por su pronta recuperación como si se trata de alguna de sus letras en las que siempre puso su impronta y poesía para dejar en estas dos bandas grandes joyas que, a partir de ahora, van a tomar un poco más de relevancia dentro de una escena que siempre lo tuvo como protagonista y muchas veces a la vanguardia.

El cuadro fue una complicación derivada por un accidente cerebrovascular, que luego sumo otro obstáculo al dar positivo de Covid-19, las dos cosas fueron mucho para el músico de 55 años, que a partir de hoy domingo ya está en otro plano, y su música nos queda para siempre.

Nacido en Huanuelén, un pueblo bonaerense, aunque con su familia se mudó al barrio porteño de Once cuando él tenía 5 años de edad. Desde los 80 se mete a recorrer la escena under nacional y es donde forma Sauron desde 1992 dando a luz grandes discos como “El color que cayó del cielo”, “La guerra del fuego”, “El ultimo árbol sobre la tierra” y “Los ojos del cuadro (Nuestra particular forma de ver las cosas).

En los últimos años había conformado la banda Los Antiguos, con la unión de varios músicos conocidos de nuestra escena, que lograron desde 2012 cuando salió el primer EP entrar gratamente en el oído y la aceptación de medios y fanáticos. Oro para las naves fue su último material de estudio en una vida dedicada al metal y al stoner rock.

Se planeaba un show muy especial en The Roxy que tuvo que ser pospuesto por todas las medidas restrictivas de la pandemia y cuando hubo ese breve lapso de shows que se pudieron dar con capacidades limitadas, la banda llego a brindar un último espectáculo en zona sur, siendo Club Tucumán de Quilmes como testigo de la humanidad de Larralde y su humildad para con todos, siempre con una botella de vino en mano, siempre con la simpleza y los pies sobre la tierra para saludarte o para ponerse a charlar de lo que sea.

Nos queda la anécdota de una vez cruzarlo por los pasillos del edificio porteño donde está ubicado la Nave de Osberg y donde ensayaba frecuentemente y detenernos antes de subir al ascensor para saludarlo y preguntarle cuando podíamos hacerle una nota, a lo que botella de vino en mano nos sonrió y nos dijo “Cuando quieras, sabes que me encanta hablar y que si te parece podes subir y escuchar algo de lo que estamos haciendo”

Nos duele mucho poder escribir esto, quienes hayan trato al Pato sabrán y tendrán sus historias para contar, el Covid-19 hoy nos llevó un guerrero del metal y nos quedamos con una de las letras de sus canciones para despedirlo, hasta pronto Pato, nos vemos a la vuelta!

“Tomo mi destino entre mis manos

  Como si pudiera hacer algo con el

  Todo lo hice a mi medida

  Para que nada me pueda conmover

¿Cómo salgo de este infierno?

 Si lo hice a mi medida

¿Cómo salgo de este infierno?

 Todo el tiempo, mi paraíso de dolor

(Los Antiguos – Hecho a mi medida)

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