Martin Carrizo es sin duda uno de los exponentes más representativos que tiene y ha de tener nuestra música a nivel nacional y porque no, a nivel latinoamericano por excelencia, no solo por sus cualidades en la batería (donde ha participado en infinidad de proyectos de todos los estilos, que lo hace un músico mas completo). A pesar de que hace mucho tiempo que no está en el escenario haciendo lo que más ama hacer, sigue siendo noticia por el ejemplo de superación y de perseverancia que sorprende día a día a todos.
Hace unos años y luego de haber tocado junto al Indio Solari en Tandil, sintió algunas molestias en su cuerpo que (como la gran mayoría de nosotros pudimos haber hecho en algún momento) ignoraron los síntomas debido a la agitada vida llena de tareas y de obligaciones, atribuyéndolo a un cansancio por el trajín de tocar y tocar por años el instrumento. Luego de ver que estos malestares continuaban y eran más frecuentes, fue a revisión médica, y luego de varios análisis fue diagnostico con ELA (esclerosis lateral amiotrofia) y desde ahí su vida cambio para siempre.
Lejos de poder volver a tocar con esta enfermedad que no tiene cura lamentablemente, nunca perdió las esperanzas de poder seguir adelante, entrar en tratamiento y recuperarse, juntando fuerzas que contagio no solo a su familia para seguir apoyándolo, sino también a propios y a extraños, quienes manifestaron su apoyo y han colaborado para que continúe este tratamiento tan costoso y que sus valores crecen día a día con la economía.
Hubo un momento donde su caso se hizo mucho más conocido al oído público, cuando su hermana Cecilia “Caramelito” Carrizo, estuvo en varios programas de televisión para contar la historia y solicitar la ayuda para un viaje a los Estados Unidos, donde podría recibir un tratamiento que sería muy difícil realizar en nuestro país. Esto no pasó desapercibido y llego a boca de todos, pudo completar el viaje y las imágenes que llegaban parecían dar un poco de esperanza ante tal panorama complicado, sin embargo la pandemia del covid-19 y los costos de estar en un país dolarizado hicieron que se tuviera que posponer el tratamiento y pegar la vuelta a nuestro país.
Se había también armado una publicación donde se vendían remeras personalizadas con imágenes del músico en sus años de A.N.I.M.A.L y demás proyectos, ideas e ideas llegaron pero lo difícil de costear un tratamiento así hizo que uno pudiera ayudar hasta donde se pudiera. Hoy podemos ver la cuenta oficial del músico en las redes sociales y siempre lo vemos con la mejor sonrisa, las ganas de poder volver y siempre agradeciendo a la gente que esta y se acerca a darle el mejor de los ánimos para seguir adelante.
“Se fueron mis tres naves” publico hace poco en las redes sociales. Es que el músico tuvo que vender tres de sus baterías para poder lograr seguir adelante con el tratamiento contra el ELA. “! Las tuve que vender! Tengo que seguir avanzando, de cierta manera me alegro, tienen que seguir sonando mientras yo sigo enfocado en mi recuperación” “Están en buenas manos”.
Todo esto nos hace pensar que a veces, uno busca la felicidad donde no siempre puede estar, y hoy en estos tiempos tan complicados, una persona como Martin llega para demostrarte que, ante el peor de los panoramas posibles que hay puede uno seguir sonriendo y más aún, no bajar los brazos.
Desde Coordenada Cero esperamos que esto sea un monto bisagra en la vida del músico que formo parte de A.N.I.M.A.L, toco con el Indio Solari, participo del disco “Bocanada” de Gustavo Cerati, en “Cosas del corazón” de Abel Pintos y que pueda seguir adelante dando batalla sin claudicar.
Contanos, ¿en que momento conociste a Martin y que época del músico te gusto más?